Hacía tiempo que quería ir a esa zona, básicamente desde que vine a vivir aqui. Siempre estaba esperando a que tuviéramos 4 o 5 días libres seguidos, pero los dos trabajando a turnos es muy dificil coincidir. Así que en mayo vimos que teníamos un fin de semana juntos de viernes a domingo y dijimos: allá vamos. Y que bien hicimos. Volveremos seguro.
Cornwall es mas grande de lo que pensábamos, por lo que solo pudimos ver la zona este. Mi consejo es que si vais lo hagáis en coche. Desde Poole son algo menos de 4 horas en coche, la carretera esta bien y no había mucho trafico. También se puede ir en tren pero se tarda muchisimo más y ya sabemos que aquí el tren es carísimo. Además, lo bonito de esa zona es ir de pueblo en pueblo y de playa en playa, cosa que sin coche es dificil.
El primer día fuimos a Tintagel, donde están las ruinas del castillo de Tintagel, construido en 1240. Las ruinas están en una colina rodeada de cuevas y acantilados. Se supone que es donde nació el Rey Arturo y hay una estatua de él en lo alto de la colina.
Tras tomar un helado y quemarnos un poquito (ese día hacía un sol infernal), nos dirijimos a Port Isaac, que la verdad nos decepcionó bastante. No sé si fue por el hecho de tener que pagar parking (4 libras o asi) para ver un pueblo enano que tampoco es que tuviera nada del otro mundo.
Tras esta pequeña decepción decidimos ir hacia el hostal donde nos alojábamos (en Newquay) para hacer el check in. Era la primera vez que nos íbamos a alojar en un "guesthouse" y la verdad es que la experiencia fue de lo más positiva. Los dueños son una pareja majisima que lo primero que hicieron fue ofrecernos te y café nada mas llegar. La habitación estaba muy limpia y tenía baño dentro. Incluía el desayuno, y podías elegir desde tostadas y cereales hasta un full english breakfast con huevos, bacon y todo lo necesario para atascar las arterias. Buenísimo todo.
Después de instalarnos nos contaron sitios a los que podíamos ir cerca de allí y los apuntamos para nuestro último día en Cornwall. Despues fuimos a dar una vuelta por allí, y descubrimos una de las playas más bonitas que había. Fue una pena que ya fuera tarde y no pudieramos bañarnos.
Esta es la playa escondida que encontramos. ¡Y estaba en frente de nuestro alojamiento!
Porth Beach
Felicidad
El día siguiente fuimos a la peninsula de Penzance a hacer una mini ruta en coche. Primero fuimos a St Michael's Mount. Es muy parecido al Mont St Michel en Francia, de hecho, perteneció a los normandos. Es una isla a la que solo se puede acceder cuando la marea está baja mediante un paseo de adoquines. Allí hay un castillo y unos jardines, pero que no pudimos ver porque fuimos el sabado que es el único día que cierran. Aún así pudimos cruzar hacia la isla y pasear por allí. El paisaje es muy bonito.
Desde allí fuimos a Minack Theatre en Porthcurno. Este teatro está construido en los acantilados y tiene unas vistas espectaculares hacia el atlantico y hacia la playa de Porthcurno. Fue una pena que ese día estuviera tan nublado.
De allí siguiendo el recorrido por la peninsula llegamos a Land´s End, que es la punta más hacia el oeste de Inglaterra.
Y nuestra ruta de ese día la acabamos en la ciudad de St Ives. Llegamos y compramos unos típicos Cornish Pasty (que es como una empanada) para comer y nos sentamos en el puerto tan bonito de St Ives (siempre vigilando a las gaviotas ). Esta ciudad es muy bonita la verdad. Tuvimos que aparcar en un aparcamiento gigante que hay en lo alto de la colina pero es que no hay acceso al centro en coche. Además el paseo hasta abajo fue para tanto.
Esta cala era preciosa la verdad, y se podía apreciar el agua tan transparente que hay en Cornualles.
Esta era otra cala de camino a la playa principal, aunque antes de llegar a ella nos subimos a ese monticulo de la foto desde donde se podían ver unas vistas espectaculares de ambas lados de la ciudad.
Esta es la playa principal y en la que también hay un Tate Museum de arte moderno como en Londres.
Me encantó que pudiéramos ver ambos lados. Muy bonita ciudad.
El puerto desde las colinas subiendo al parking. La marea ya había subido y estaba todo cubierto.
Ya muy cansados de la ruta, volvimos a casa, no sin antes dar una pedazo de vuelta con el coche para llegar al hotel. La policía había cortado el acceso a nuestra carretera y el gps se volvió loco, así que tuvimos que cambiar el recorrido de vuelta, dando muchas vueltas a las rotondas como de costumbre.
El último día nos lo tomamos más tranquilos, nos levantamos tarde, desayunamos y estuvimos hablando un rato con Alec y Jen (los dueños del hostal) antes de despedirnos. Como teníamos que volver a casa ese día por la tarde, decidimos ir a ver algunas de las playas que había cerca de Newquay. Fuimos a Watergate Bay, a Fistral Beach en Newquay y a Perranporth Beach. Las 3 eran espectaculares (que pena el tiempo), y estaban llenas de surfistas de todas las edades. Era un ambiente tan bueno que me dieron ganas de apuntarme a surf, así que decidí que la próxima vez que fuéramos a Cornwall haríamos un curso de surf. En nuestra zona también hay cursos pero son el doble de caros y las playas no son para surf la verdad.
Comimos por la zona y nos fuimos al coche para volver a Poole. Nada más irnos empezó una tormenta, porque como siempre digo, Cornwall se puso triste porque nos íbamos de allí.
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