martes, 26 de mayo de 2015

GOD SAVE MY QUEENS

¡Y por fin llegó el día en que mis amigas venían de Bilbao! 
Cogí el tren para ir a Gatwick a buscarles porque cuando les expliqué los trenes que tenían que coger se hicieron mucho lío y no quería que ser perdieran por el camino. Pero principalmente fui porque tenía muchísimas ganas de verles y quería pasarme el viaje de vuelta sin parar de hablar con ellas.

Allí en la puerta de salida de pasajeros les esperaba con un cartel que había hecho en el que ponía GOD SAVE MY QUEENS cuando empezó a salir todo el mundo. Todos excepto ellas. Pasaba el tiempo y no aparecían. Así que llamé a Laura y me dice:

- ¿No has recibido el mensaje de Elena?
- No, ¿qué ha pasado?
- Que Olaia ha perdido el DNI y no puede salir del aeropuerto.
- Whaaaat????!!!!

Empezamos bien las vacaciones (lo llamo vacaciones aunque trabajara esa semana).
Por suerte el DNI estaba en el avión y éste aún no había despegado así que trajeron el DNI y liberaron a Olaia que estaba en un sitio aparte de mis amigas.

Cogimos el primer tren y cuando íbamos a coger el segundo que nos dejaba en Poole resulta que llegaba tarde. En el tiempo que llevo en Inglaterra nunca había visto un tren que llegara tarde, pero eso solo podía pasarnos a nosotras. Vino el tren y nos sentamos, ya muy cansadas. Hablamos, hablamos y hablamos. Y dos horas más tarde dicen por megafonía que la última parada es Bournemouth y que para ir a Poole había que coger el siguiente tren o el autobús. Y ya hartas de todo decidimos coger un taxi que nos llevara a nuestro querido apartamento.

Si si, apartamento. Esa semana he podido disfrutar de un apartamento con su cocina y su sala y sus dos baños. Por eso la vuelta a la residencia ha sido muy dura.

Al día siguiente salimos a desayunar y a comprar comida para la semana. Y mientras iba a mi residencia a hacer una maleta les deje mi guía de Inglaterra para que eligieran los sitios que querían ver esta semana. Bajé y todos los sitios a los que queríamos ir estaban muy mal comunicados en transporte público. Y encima aquí el tren es carísimo así que decidimos alquilar un coche.
¡Qué emoción y qué miedo al mismo tiempo conducir por la izquierda y con el coche al revés! Hice la reserva por internet y cuando quedaban 2 horas para recoger el coche me mandan un email diciendo que la reserva no ha podido realizarse. Llamé a la compañía de alquiler, mande otro mail y nada. Decidimos coger el bus e ir al aeropuerto de Bournemouth a alquilar el coche directamente. A todo esto que ya era la hora de comer. Así que paramos en el parque de Bournemouth y comimos allí sentadas en la hierba mientras hacíamos un plan B por si no nos alquilaban el coche.

Llegamos a la oficina del aeropuerto como 2 horas más tarde (por la comida y por el autobús que iba al aeropuerto) y nos dice la chica que el único coche disponible es un Audi. Ya estábamos cagándonos en todo y pensando en que habíamos perdido un día. Y mientras mirábamos otras opciones la chica nos dijo que había un señor que había reservado un Corsa y no había venido a por él. ¡¡¡HABEMUS COCHE!!!    


Y nos fuimos a Glastonbury.

Glastonbury es una ciudad pequeña famosa por su historia. Y también famosa por su festival (al que algún año iré, por supuesto). En la colina llamada Glastonbury Tor es donde se construyó la primera iglesia cristiana británica y estaba destinada para albergar el Santo Grial. Por otro lado, también se dice que Glastonbury era el mítico Avalon del Rey Arturo y que la abadía fue el último lugar donde vivieron Arturo y Ginebra.






Para llegar allí tuvimos que viajar por carreteras estrechas entre campos de Inglaterra. Campos verdes y amarillos, muy bonitos por cierto, pero muy cansados para conducir por allí la primera vez que coges un coche al revés. Aunque me sirvió de entrenamiento para cambiar las marchas con la mano izquierda.

Parecía que todo empezaba a ir bien, que nuestras vacaciones empezaban. Pero tuvimos otro incidente. Creo que ya os he comentado antes que aquí las cosas cierran muy pronto. La abadía cerraba a las 6 (bueno, la última visita a las 5:30) y llegamos allí a las 5:55. Nos asomamos por la valla, intentamos entrar por la puerta por la que salía la gente, hablamos con la de la entrada, pero nada de nada. Así que estas son las maravillosas fotos que pudimos sacarnos con la abadía, desde el aparcamiento.




Luego fuimos a la colina Glastonbury Tor, donde está esa primera iglesia cristiana. O una parte de ella. Desde allí hay unas vistas increíbles.







Despues de sacarnos miles de fotos allí cogimos el coche de nuevo y nos fuimos a Wells, que está cerca de Glastonbury. Wells tiene un castillo de esos rodeados de agua, como los que dibujábamos cuando eramos pequeños. Y la catedral es impresionante, pero como era tarde no estaba abierta asi que solo la pudimos ver por fuera.








Para volver decidimos ir por otro camino, pensando que iba  a ser más corto o al menos con mejores carreteras, pero era parecido. Se hizo de noche y al ser carreteras pequeñas no estaban iluminadas. Íbamos hablando y vimos la carita de un zorrito pequeño mirándonos como nos acercábamos. Obviamente no iba a frenar de golpe y como no se apartó, murió. Menudo disgusto. No he podido olvidar la cara del zorro mirándonos, asustado, solo.

No empezamos muy bien las vacaciones pero estas anécdotas son las que luego nos hacen reir. Excepto la del zorro claro.


PD. En el trabajo ya estoy sola como NURSE IN CHARGE. Es genial porque de verdad echaba de menos trabajar como enfermera y me he dado cuenta de lo mucho que me gusta mi trabajo.  

miércoles, 6 de mayo de 2015

El día que cumplimos uno de los sueños de Oiane (o el día que fuimos a Stonehenge)

Hace casi un mes que fuimos y la verdad es que no he tenido mucho tiempo de contároslo. Así que hoy que trabajo de noche, y tengo un montón de cosas de casa que hacer, he decidido ponerme a ello. Porque siempre que tienes que hacer cosas aburridas se te ocurren mil cosas para hacer antes que eso.

¡Que alegría cuando vino Oiane ese fin de semana! ¡Otra pequeña visita desde Bilbao! Esta vez no fue en Londres, fue en Bournemouth (vamos, al lado de Poole). El sábado quedamos en Bournemouth para dar una vuelta por allí y hablar y hablar. Si algo hicimos ese fin de semana fue hablar. Madre mía, no había quien nos callara.

Fuimos a dar una vuelta por la playa de Bournemouth, con mucho viento como siempre. Y ¡adivinad que es lo que vi desde la playa de Bournemouth! Desde allí pude ver los acantilados a los que queríamos ir Alessandro, Manu y yo unos días antes (o en la entrada anterior a esta en el blog). Resulta que desde la playa de Poole (Sandbanks) se puede coger un ferry que te lleva a Swanage y a los acantilados. Y nosotros dando vueltas por los campos con vacas.

Siguiendo con el fin de semana de Oiane, el domingo decidimos ir a Salisbury y a Stonehenge. Oiane me había contado que siempre había querido ir a Stonehenge, desde que era pequeña. Es como Machu Pichu para mi, pero más cerca. ¿Cómo no íbamos a ir allí estando a dos horitas en tren? Le dije que primero podíamos ir a Salisbury, que es la ciudad que está cerca y desde allí podíamos coger un bus a Stonehenge.

Y eso hicimos. Me estoy haciendo una experta en trenes. Os voy a contar un poco sobre Salisbury, que es una ciudad preciosa. Se fundó en 1220 ya que decidieron abandonar el antiguo asentamiento de Old Sarum, en lo alto de la colina, porque era demasiado ventoso y árido. El mármol de Purbeck y la piedra Chilmark se utilizaron para construir la nueva catedral (IMPRESIONANTEMENTE BONITA), que se levantó a comienzos del siglo XIII en solamente 38 años. Es un bello ejemplo del gótico inglés primitivo, caracterizado por ventanas ojivales altas y puntiagudas y es rara por la uniformidad casi total del estilo. Su aguja de 123m (considerada la más alta de Inglaterra) fue añadida posteriormente entre 1280 y 1310. Los claustros son los mayores de Inglaterra, de estilo gótico florido.

















La catedral de Salisbury está en una zona donde además hay escuelas, hospitales, colegios de teología y residencias para sacerdotes. De hecho rodeándola hay unos cuantas casa que son importantes históricamente, pero que también hay que pagar para entrar, y por eso no las visitamos. Para entrar en la catedral te sugieren una donación, pero una donación de 8 libras. Así que por ser tan cara no la pagamos y entramos gratis. En Bath la donación sugerida era de 2 libras y la pagué, pero es que aquí se han pasado.

Dejando la catedral a un lado, la ciudad de Salisbury desarrolló su trazado de tablero de ajedrez, con zonas para los distintos oficios. Por eso algunas calles tienen nombres como Fish Row (pescadero) y Butcher Row (carnicero).



Adictas al café



Después de comer tiradas en el parque y tomar un cafecito en una terraza al sol (si si, al sol). Fuimos a coger el bus que nos llevaba a Stonehenge. Era un bus turístico que nos llevaba por Salisbury explicándonos los edificios, en inglés claro. Así que tampoco le hicimos mucho caso.Ya en la entrada de Stonehenge estuvimos un rato viendo lo que tenían expuesto. Había una piedra gigante expuesta con una cuerda que salía de ella y que medía tu fuerza y te decía cuantas personas más necesitabas para poder mover la piedra. Por supuesto yo lo probé y gracias a mi super me dijo que necesitaba 100 personas más (vamos el tope). Luego intenté de nuevo y me dijo que 99. Por lo menos esa vez notó que había una persona tirando.

Desde allí coges un bus pequeño que te acerca hasta el famoso circulo de piedras. Tengo que descubrir si se puede ir gratis con el coche, porque solo nos pidieron la entrada en el bus ese y creemos que se puede ir andando. Pero eso para la próxima y cuando ya tenga mi coche aquí.

Y allí llegamos. Estuvimos como 2 horas allí, contemplándolo y sacando fotos. Felices. La verdad es que no esperaba que cuatro piedras me fueran a gustar tanto. Antes de ir pensaba: bueno, son cuatro piedras pero habrá que ir ya que no está lejos. Pero luego allí, con el campo verde, el cielo azul, las piedras, el pensar que llevan ahí miles de años... De noche tiene que ser muy bonito con las estrellas, o en el atardecer.

Stonehenge fue construido en varias fases a partir del 3000 a.C y es el monumento prehistórico más famoso de Europa. Y ¿cómo pudieron construir esto hace tantos años, cuando las únicas herramientas disponibles eran de piedra, madera o hueso? Os lo explico un poco. La piedra se transportaba en rodillos y se dejaba caer en un hoyo. Mediante palancas apoyadas en troncos se levantaba la piedra. Unos 200 hombres, tirando de sogas, alzaban la piedra hasta una posición recta. El hoyo que rodeaba la base se rellenaba con piedras y caliza. El dintel se subía haciendo palanca y su peso se descargaba sobre una plataforma. Por último, el dintel se centraba sobre los soportes.

Se cree que este monumento era utilizado para rituales y sacrificios. El alineamiento de las piedras recuerda al sol y se cree que tiene relación con el cambio de las estaciones.














   


Estoy segura de que volveré, no sé cuando, y no sé si en coche, a la noche, al amanecer o al atardecer. Además que sé que mi ama querrá verlo cuando venga a visitarme, porque es algo que también siempre ha querido ver.

Bueno, ahora basta ya de turisteo. He de deciros que esta semana ESTOY MUY CONTENTA. Por varios motivos. Primero, porque me han puesto la cartelera hasta mediados de junio y es brutal. Libro en mi cumpleaños 4 días y creo que me han concedido la semana de vacaciones en San Juan, así que podré ir a Leioa, veros a todos y luego traerme el coche de vuelta para viajar todo el verano en mis días libres por aquí. Por otro lado, esta semana me ha llegado la carta del NMC con el PIN Number. Lo que quiere decir que ya soy enfermera registrada en Reino Unido y por lo que voy a ser Band 5 en el trabajo y pronto empezaré a estar sola de Nurse in charge en la planta. También quiere decir que ganaré algo más de dinerito. Y por último, lo mejor de esta semana es que el viernes vienen a visitarme Laura, Olaia y Elena. Estarán desde el viernes hasta el jueves y va a ser épico. Así que proximamente en el blog las aventuras de 4 enfermeras perdidas por Inglaterra.