domingo, 2 de octubre de 2016

El lago de los cisnes

Cuando vives en Inglaterra sabes que los días que hace sol no puedes desperdiciarlos y hasta te sientes medio obligada a salir en busca de un poco de Vitamina D. El domingo pasado fue uno de esos días. Yo había trabajado de noche pero tampoco podía dormir mucho porque al día siguiente trabajaba de día y esa noche necesitaba dormir (cosas de enfermeros...), así que decidimos salir a dar una vuelta para aprovechar el sol. En vez de dar el típico paseo por el Quay y el parque de Poole cogimos el coche para ir a Abbotsbury y así conocer un sitio más. 


Abbotsbury es un pequeño pueblo cerca de Weymouth y la península de Portland (a unos 45 minutos en coche de donde vivimos nosotros). Tiene unos 500 habitantes (pueblo, pueblo) y en él está el Swannery (traducido literalmente "cisnero"). Los cisnes vienen a anidar en época de cría, atraídos por los cañaberales que hay en la laguna. El paisaje es precioso, con las colinas verdes de Inglaterra, el pueblo lleno de casas típicas (cottages) y las ovejas, caballos y vacas pastando. 














La verdad es que daba un poco de miedito. Los cisnes estaban controlados y eso, pero al ver tantas aves juntas una no puede dejar de pensar en Los Pájaros de Hitchcock. 






Ese edificio que veis en lo alto de la colina es St Catherine's Chapel (Capilla de Santa Catalina). Es una capilla del siglo XIV construida por los monjes de la abadía de Abbotsbury para peregrinaje. 







¡Qué buen día hacía! 




Este es el pueblito de Abbotsbury. Lovely. 


La capilla en sí, no tiene nada (cagaduitas de paloma y poco más), pero el paseo hasta allí y las vistas merecen la pena. 









Estas son las vistas desde la capilla. En la foto no sé si se aprecia mucho pero a lo lejos se podía ver la península de Portland (a la que me gustaría ir algún día).  





Y para terminar el día nos metimos a un pub/restaurante del pueblo para tomar algo, en el que nos clavaron bien pero era bonito. 

Fue un bonito día e hicimos bien en salir de casa. Lo malo que fuimos después de que yo trabajara de noche por lo que estaba cansada y por lo que tuvimos que ir después de comer. Pero si volvemos otra vez, por allí pasa el camino de la costa, que seguro que es una bonita caminata por las colinas cerca del mar. La próxima más y mejor.   




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