Después de cuatro meses en la residencia por fin me he
mudado a un apartamento. Había pensado en la opción de compartir piso con mis
amigos ya que es mucho más barato y tienes compañía también. Pero luego pensé
que trabajando a turnos no es lo mejor. Además que quiero que la gente que
venga a verme se quede en mi casa sin pedir permiso a nadie. Y que estar sola
de vez en cuando no viene nada mal.
Vi un par de apartamentos
antes de elegir este. Tenía claro la zona en la que quería vivir. Un sitio que
me permitiera ir andando al hospital. Y además que estuviera amueblado. ¡Y lo
conseguí! Es un apartamento pequeño con una mini entrada, un salón con dos
sofás, televisión, mesa de comedor, cuatro sillas y una cocina grande. La
habitación es de cama de matrimonio con dos mesillas y armario empotrado. Y el
baño tiene bañera. Además en el salón hay un “Juliet balcony”, que es un balcón
sin balcón. Vamos, que puedes abrir las puertas de cristal y convertir tu sala
en el balcón. Lo mejor de todo es que no tengo ningún edificio alto delante,
así que puedo cantar y saltar tranquilamente que nadie me ve. Y eso hice cuando
me instalé. Música y a bailar y cantar. Es que no os imagináis lo que es vivir en una residencia en la que sabes que tus vecinos te oyen todo porque tú también les oyes todo. Ahora que estoy aquí no sé cómo he aguantado tanto tiempo allí. Bueno sí lo sé. Gracias a mis amigos, a la pequeña familia de aquí.
Ahora me toca ordenar todo lo que tengo y comprar alguna
cosilla en Ikea (estantería para el baño, estantería para el salón y sobre todo
cosas para organizar el armario aprovechando el espacio). Ya he pasado unos
días en el apartamento y he comprobado que ¡por fin puedo dormir bien! No os
imaginas la sensación de despertarse cuando suena la alarma después de cuatro
meses despertándome dos horas antes de lo previsto. Ahora solo me falta
comprobarlo los días que trabaje de noche.
También he pagado la licencia de la TV. No solía ver mucho
la tele aquí, pero por internet si que veo cosas y leí que con esa opción
también tenías que pagar. Así que por no tener líos con la ley aquí (la multa
son 1000 libras) decidí pagar las 145 libras anuales. Es muy fácil de hacer.
Solo te tienes que meter en la pagina web www.tvlicensing.co.uk
y desde allí metes tus datos y pagas con tarjeta. Al de un año te mandan el
recordatorio de que tienes que pagar otra vez.
Lo próximo que me toca es poner internet. ¡Qué ganas de
acabar con todo lo de mudarme! (Y eso que es la primera vez y no tengo muchas
posesiones).
La zona es inmejorable. Al salir por el portal hay una
pequeña plaza con unos bancos y arboles. En frente hay unos cuantos
restaurantes. En el mismo edificio hay un mini supermercado que cierra más
tarde que el resto, lo cual está bien para los días que trabaje y tenga que
comprar algo de urgencia. O para el pan. También hay un cajero justo debajo.
Detrás de mi edificio hay un parking. Tengo que llamar al council de Poole para
poder hacerme la tarjeta de residente en el parking y pagando 85 libras anuales
tengo sitio allí para dejar el coche. Siguiendo 2 mins la calle que se ve desde
mi ventana llego al Quay. Estoy a 15 mins andando del hospital. Y 5 mins
andando de la estación de tren. 10 minutos al parque que tanto me gusta.
Y eso es todo lo que os cuento de EL APARTAMENTO. Ahora solo
me queda encontrar un novio que baile conmigo en el apartamento (y que me ayude
a pagar el alquiler también claro).
Sobre conducir por la izquierda con mi coche la verdad es
que lo llevo genial. De momento nadie me ha pitado, ni he roto un retrovisor,
ni me he subido a un bordillo. El único problema que tuve fue que un día
aparqué fatal y me dejaron una nota diciendo YOU PARK LIKE A CUNT. Vamos, que aparco
como el culo. Pero eso no es nada nuevo.
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